Celanova es más que un punto en el mapa; es un tapiz tejido con hilos de historia, arte y devoción. Sus calles y plazas son páginas vivas que narran la rica historia de Galicia, invitando a viajeros y curiosos a descubrir sus secretos y maravillas. Con cada visita, Celanova ofrece una nueva historia, un nuevo rincón por explorar, convirtiéndose en un destino imprescindible para quienes buscan la esencia de Galicia en su forma más pura y auténtica.
En el corazón palpitante de Celanova, el Monasterio de San Salvador se alza majestuoso, un monumento que ha desafiado el paso del tiempo. Fundado por San Rosendo, una figura de profunda veneración, en el año 936, este santuario es un símbolo vivo de la rica tradición religiosa y cultural de Galicia, un punto de encuentro entre lo divino y lo terrenal.
Pero el Monasterio de San Salvador no es solo un refugio de espiritualidad; también es un faro de cultura. A lo largo de los siglos, ha sido un centro de aprendizaje y un refugio para artistas, poetas y pensadores. Ha resistido guerras, revoluciones y el inexorable paso del tiempo, pero siempre ha mantenido su compromiso con la preservación del conocimiento y la cultura gallega.
La Capilla de San Miguel, situada en el huerto del Monasterio de San Salvador, es una joya arquitectónica de incalculable valor, tanto histórico como cultural. Construida entre los años 936 y 940, fue declarada Monumento Nacional el 12 de abril de 1923. Este templo mozárabe, el único monumento altomedieval español que no ha sufrido modificaciones desde su construcción, representa una reliquia extraordinaria del arte religioso de la época
Celanova resuena con las voces de grandes poetas como Curros Enríquez y Celso Emilio Ferreiro, hijos predilectos de esta tierra. La Ruta Literaria por Celanova, cuidadosamente diseñada, invita a los visitantes a sumergirse en el mundo de estos poetas, explorando los lugares que inspiraron sus obras. A lo largo de esta ruta, cada calle, cada plaza y cada rincón cuentan una historia, entrelazando el legado literario con la arquitectura histórica y el paisaje natural de Celanova.
El recorrido comienza en la Plaza Mayor, donde se puede sentir el pulso de la ciudad y su historia. Aquí, frente a la estatua de Curros Enríquez, se revela el espíritu rebelde y apasionado del poeta, cuyas palabras desafiaron las convenciones de su tiempo.
La Fundación Curros Enríquez, ubicada en la Casa de los Poetas, es un lugar de encuentro y homenaje al legado literario de uno de los más ilustres poetas gallegos, Curros Enríquez. Este emblemático edificio, que fue en su tiempo el hogar de Enríquez, se ha transformado en un centro cultural y educativo dedicado a preservar y difundir su obra y la de otros escritores notables de Celanova.
Al adentrarse en la Fundación, los visitantes se sumergen en una atmósfera donde la historia y la literatura se entrelazan. La exposición permanente es un viaje a través de la vida de Curros Enríquez, explorando no solo su obra poética, sino también su impacto en la cultura y sociedad de su época. Las salas de la fundación albergan documentos personales, primeras ediciones de sus obras, correspondencia, fotografías y objetos personales que ofrecen una perspectiva única del poeta y su entorno.
El Mercado y la Plaza Mayor de Celanova son espacios emblemáticos que reflejan la esencia y el pulso de la vida en este encantador municipio gallego. Ambos lugares, cada uno con su propio carácter y historia, se han convertido en puntos de encuentro esenciales y en representaciones vivas de la tradición y modernidad de Celanova.
El edificio del mercado, un ejemplo impresionante de la arquitectura tradicional gallega, sigue manteniendo su fachada original, lo que le confiere un carácter histórico y un encanto especial. Este mercado no es solo un lugar para el comercio; es un espacio donde se entrelazan la historia, la cultura y la vida cotidiana de los habitantes de Celanova. En su interior, los visitantes pueden encontrar una variedad de productos locales, desde frescos alimentos hasta artesanías, que reflejan la riqueza y diversidad de la región. El bullicio y el colorido de este mercado brindan una experiencia auténtica y enriquecedora, ofreciendo una ventana a la vida diaria y las tradiciones de Galicia.
Por otro lado, la Plaza Mayor, situada en el corazón de Celanova, es un lugar de reunión y celebración. Esta plaza es famosa por su vibrante atmósfera y su impresionante arquitectura circundante. Dominada por la presencia del majestuoso Monasterio de San Rosendo, un hito arquitectónico y espiritual, la plaza es un testimonio de la rica historia de la ciudad.
La Plaza do Millo en Celanova es un lugar repleto de historia y tradición, un espacio que ha sido testigo del desarrollo y cambio en la vida de esta pintoresca localidad gallega. Famosa por sus característicos soportales, esta plaza tiene una conexión profunda con el pasado agrícola de Celanova, reflejando un modo de vida que ha definido la región durante siglos.
En tiempos pasados, la Plaza do Millo era el epicentro de la actividad comercial y social de Celanova, especialmente conocida por ser el lugar donde se celebraba el mercado. Agricultores de toda la región acudían aquí para vender sus productos, especialmente el millo (maíz), que era y sigue siendo un cultivo esencial en la gastronomía y economía gallegas. Este intercambio no era solo comercial, sino también social y cultural, convirtiendo la plaza en un punto de encuentro para la comunidad.
A poca distancia de la serenidad y el encanto histórico de Celanova, se encuentra Castromao, un yacimiento arqueológico fascinante y revelador que transporta a los visitantes a la misteriosa y remota Edad de Hierro. Este sitio, de gran importancia histórica, proporciona una visión profunda y tangible del modo de vida de los antiguos pobladores celtas, mucho antes de la llegada y influencia de los romanos en la región.
Castromao, con sus impresionantes vestigios, es un testimonio vivo de las comunidades celtas que habitaron esta área de Galicia. El yacimiento está compuesto por los restos de un castro, una típica fortificación celta que se caracteriza por su construcción en lugares estratégicos, generalmente en colinas, para proveer defensa y visibilidad. Las estructuras circulares y rectangulares de piedra, aún visibles, eran parte de un asentamiento complejo y organizado, evidenciando la sofisticación y habilidades de estos antiguos habitantes.
Vilanova dos Infantes, un pintoresco pueblo situado en las inmediaciones de Celanova, es un lugar que cautiva a sus visitantes con su rica historia y patrimonio cultural. Uno de los mayores atractivos de este encantador lugar es su famosa torre, un majestuoso remanente de lo que una vez fue un imponente castillo medieval. Esta torre no solo es un símbolo del pasado histórico de la región, sino que también alberga una profunda conexión espiritual y cultural con la figura de la Virgen del Cristal, una venerada imagen religiosa de gran importancia local.
Pero lo que realmente distingue a este sitio es su conexión con la Virgen del Cristal. Según la tradición local, la Virgen del Cristal es una figura milagrosa y de profunda devoción entre los habitantes de la región. La leyenda cuenta que la imagen de la Virgen fue encontrada en un campo cercano y desde entonces, se ha convertido en un símbolo de fe y protección para la comunidad. La veneración de esta figura religiosa se manifiesta en las numerosas fiestas y celebraciones que se llevan a cabo en su honor, atrayendo a devotos y visitantes de todas partes.
El Santuario das Marabillas, situado en un idílico entorno natural rodeado de robles centenarios, es un lugar que no solo invita a la contemplación y la peregrinación, sino que también está imbuido de un aura mística y espiritual. Este santuario, ubicado cerca de Celanova, se ha convertido en un punto de encuentro para aquellos que buscan un momento de paz, espiritualidad y conexión con la tradición religiosa de la región.
La ubicación del Santuario das Marabillas es en sí misma parte de su encanto y misterio. Oculto en un bosque de robles que parecen guardianes del tiempo, el santuario ofrece un escape del bullicio del mundo moderno, invitando a los visitantes a un espacio donde la naturaleza y lo sagrado se encuentran. La serenidad del bosque, con sus árboles que han presenciado siglos de historia, proporciona un entorno perfecto para la reflexión y la meditación.
Imagen de cabecera: Dario Alvarez